Este artículo es parte de la edición de febrero, 2016

Bienestar de las aves en sistemas de producción intensivos y extensivos

H. A. Elson

World’s Poultry Sci. Jour., 71: 449-459. 2015

El diseño y el manejo de los diferentes sistemas de alojamiento afectan el bienestar de las aves. Con el fin de comparar el bienestar en diferentes sistemas, hemos utilizado dos indicadores principales: las dermatitis de contacto en los broilers y la mortalidad en las ponedoras. Ambos son importantes, porque los pollos pueden sufrir por dermatitis durante gran parte del final de su corta vida, mientras que en las gallinas la mortalidad va precedida generalmente por el sufrimiento debido a la morbilidad. Otros indicadores de bienestar también son importantes, por supuesto, y algunos de ellos han sido considerados junto con estos dos. Los sistemas de confinamiento, especialmente en baterías, proporcionan la protección más segura de bienestar, pero los sistemas extensivos, por ejemplo al aire libre, aseguran más libertad y permiten que un repertorio conductual más amplio. Sin embargo, los sistemas al aire libre son, generalmente, los más difíciles de manejar y representan los mayores riesgos de bienestar, que a veces pueden ser graves, e incluso causar la muerte.

Introducción

El bienestar de las aves ha sido conocido al estar influenciado por el tipo de alojamiento y manejo pero algunos aspectos del mismo pueden ser positivos y otros negativos, incluso dentro del mismo sistema. Por ejemplo, los sistemas al aire libre permiten la libertad de las aves de corral para expresar un comportamiento más variado, lo que es positivo, pero las exponen a mayores riesgos por depredadores, cambios los climáticos, infestación por endoparásitos e infecciones transportadas por las aves silvestres, aspectos todos ellos negativos. También hay grandes diferencias en el bienestar entre los sistemas. Por ejemplo, las gallinas están más confinadas, pero más seguras en jaulas, pero aunque tienen mayor libertad al aire libre, se encuentran en mayor riesgo de problemas que causan mayor morbilidad y mortalidad.

El bienestar del pollo está más influenciado por las condiciones de alojamiento que por la densidad de población

Cada uno de los sistemas de alojamiento de pollos y ponedoras que se han descrito ha sido considerado en relación con el comportamiento de las aves, el manejo y el bienestar. Un punto importante que nosotros vemos es que la excelencia, tanto en el diseño del sistema como en un adecuado manejo son esenciales para lograr un alto nivel de bienestar y producción.

Los investigadores han desarrollado indicadores de bienestar con el fin de estudiar el bienestar de las aves dentro y entre los distintos sistemas disponibles. Si bien deberían utilizarse varios de estos indicadores para evaluar el bienestar de las aves en los diferentes sistemas, algunos tienen una gran influencia y son más fáciles de medir que otros, especialmente en estudios a gran escala realizados en granjas avícolas comerciales. En este trabajo, por lo tanto, hemos seleccionado unos indicadores de bienestar más importantes que se registran de forma rutinaria en las granjas y los mataderos para evaluar el bienestar de las aves, para pollos y pavos la prevalencia y severidad de las dermatitis de contacto y para las ponedoras la mortalidad a lo largo de la puesta.

Tabla 1 Estudio de ocho tipos de bebederos de pollos de engorde en el ADAS, Gleadthorpe, Reino Unido.

Tipo de bebedero

Campana (la peor)

Tetina con cazoleta (la mejor)

Humedad de la cama, %

45,0

24,6

Friabilidad de la cama (*)

3,7

0,3

Quemaduras de tarsos (*)

2,0

1,3

(*) Puntuación de 0 a 4.

Producción de aves para carne (pollos y pavos)

Dawkins y col. –2004– han demostrado que el bienestar del pollo está más influenciado por las condiciones de alojamiento que por la densidad de población. Un componente importante de la mayoría de alojamientos de los pollos y los pavos es la yacija ya que las aves están en constante contacto con ella. Los estudios sobre las dermatitis de contacto en ambas especies fueron iniciados por Berg –1998- y, más recientemente, también se dispone de los informes exhaustivos de Mayne –2005-, Pastor y Fairchild –2010- y Bassler y col. -2013-, confirmando que las aves alojadas en sistemas sobre yacija tienen el riesgo de desarrollar dermatitis de contacto –FPD-, especialmente si la calidad de la misma es pobre, es decir, húmeda y/o sobrecargada de deyecciones -Berg, 2004-, manifestándose en forma de FPD o quemaduras de tarsos –HB- o de pechuga, aunque a veces también se describen como quemaduras por amoníaco -Sanotra y col., 2001-. Se observa con mayor frecuencia en los pollos o pavos pesados y menos en las gallinas, probablemente porque la mayoría de estas son más ligeros y generalmente se tienen en jaulas.

Poultry_welfare_foto_1_opt.jpeg

Fig. 1. FPD severa y HB en ambas patas de la misma ave.

Platt y col. –2001– han observado que, en algunas de estas lesiones la ulceración se propaga en la dermis, originando una inflamación aguda, probablemente dolorosa, en grado variable según su severidad -Berg, 1998; Schmidt y Lüders, 1976-. Pastor y Fairchild –2010- han confirmaron esto, señalando un menor aumento de peso en los pollos con este tipo de lesiones debido a que el dolor provoca una reducción del consumo de pienso. Hocking y Wu –2013– también han observado un comportamiento con dolor en los pavos que sufren de FPD.

La cama húmeda es una causa importante de FPD. De hecho, Mayne y col. –2007– han demostrado que una alta humedad de la cama por sí sola es suficiente para causar FPD. Esto ha sido confirmado por Van Harn y col. –2014-, rociando sistemáticamente agua sobre la cama y llegando a la conclusión de que el aumento de contenido de humedad de la misma no solo causó una FPD grave, sino reducción de los rendimientos y de la canal y otros efectos negativos en varios aspectos del bienestar. Esta conclusión está de acuerdo con los hallazgos anteriores de Bray y Lynn –1986- y Lynn y Elson –1990-, estos últimos comparando 8 tipos de bebederos para pollos, encontrando significativas diferencias entre ellos -tabla 1-. Y también Wu y Hocking –2011- llegaron a la misma conclusión con respecto a los pavos es decir, que la humedad alta de la cama es la causa principal del FPD.

Estos estudios indican que la FPD y HB tienen la misma etiología principal debido a la cama húmeda. Esto se confirma por el hecho de que las lesiones FPD y HB a menudo se producen en las mismas aves, en las mismas condiciones y casi al mismo tiempo -figura 1-, tal como han observado Bray y Lynn –1986- y Kjaer y col. –2006-.

Los consumidores generalmente no son conscientes de estos graves problemas de bienestar, porque los tarsos y los pies se cortan en la articulación de la mayor parte de pollos y pavos en el matadero y las lesiones, por tanto, no se encuentran en el producto terminado expuesto en los puntos de venta. Sin embargo, la inspección de las aves en las líneas de procesado revela la prevalencia y la gravedad de las lesiones, que son un importante indicador del grado de bienestar, por lo que se han ideado unos baremos a fin de monitorizar este problema -Hocking y col., 2008-.

La producción de broilers se ha realizado casi enteramente de forma intensiva en naves de ambiente controlado desde hace muchos años. Pero en las dos últimas décadas también se han abierto otros nichos de mercado para la crianza pollos ecológicos de crianza lenta y la producción en este tipo de ave se ha incrementado posteriormente. Algunos consumidores están dispuestos a pagar primas sustanciales por estos productos, que generalmente se perciben en unas formas que respetan el bienestar. Sin embargo las FPD se ha encontrado con mayor prevalencia y gravedad en los pollos convencionales y orgánicos al aire libre que en los intensivos.

Esto fue revelado en un estudio a gran escala por Pagazaurtundua y Warriss –2006– sobre 3,93 millones de aves en manadas de 91 granjas, cuyos resultados se muestran en la tabla 2. Esto fue confirmado por Sarica y col., en 2014.

Tabla 2. Prevalencia y severidad de pododermatitis (FPD) en pollos de engorde criados en sistemas intensivos o no (*)

Sistema

Nº de lotes

Tetina con cazoleta (la mejor)

Aves con lesiones severas, %

Estándard intensivo

86

14,8

4

Al aire libre

85

32,8

13

Ecológico

128

98,1

89

(*) Pagazaurtundua y Warriss, 2006

 

La Directiva del Consejo de la UE 2007/43/CE ha tratado de abordar esta cuestión al exigir que “todos los pollos deberán tener acceso permanente a una cama seca y de material friable en su superficie” -Anexo 1.3- y que “los veterinarios oficiales deberán identificar posibles indicios de malestar, como niveles anormales de dermatitis de contacto, que deberán ser comunicadas a los criadores y a la autoridad competente, la cual tomará las acciones apropiadas” -Anexo 3.2-3-. Sin embargo, esto no ha resultado sencillo -Cassidy, 2013- y, en cualquier caso, la Directiva no se aplicará a los pollos de engorde criados al aire libre –Artº. 1.1. D-. Cabe señalar que esta fue la primera Directiva del Consejo de la UE incluyendo indicadores de bienestar animal.

Unas medidas destinadas a reducir los problemas de bienestar relacionados con la yacija deberían desarrollarse y aplicarse tan pronto como sea posible

Aunque los factores causales de la FPD, incluyendo el material de yacija y su calidad, el tipo de bebedero, la temperatura y la humedad del criadero, la composición del pienso, el peso de las aves y la densidad de población, son razonablemente bien conocidos, las razones de su alta prevalencia y gravedad en los sistemas extensivos no se entienden del todo. Pagazaurtundua y Warriss –2006- sugirieron que en estos últimos las FPD podrían ser debidas a objetos agudos fuera del gallinero que lesionasen los pies de las aves, o bien a la aparición de lesiones, o bien a que los pollos se crían a lo largo de un período más largo, lo que permite más tiempo para que se desarrollen. Además, los pollos criados en forma extensiva, en pequeños criaderos con grandes trampillas de salida, a menudo están expuestos a unas condiciones de humedad exterior y de exposición al frío en el interior y llevan la humedad en las naves de sus pies. Esto puede originar la yacija húmeda que, como ya se señaló, combinada con el efecto de las quemaduras del amoníaco producido por la urea de las heces, se sabe que puede causar FPD y el consiguiente malestar. La cama húmeda reduce el bienestar general, el rendimiento técnico y rendimiento canal de los broilers -De Jong y col., 2014-.

Unas medidas destinadas a reducir los problemas de bienestar relacionados con la yacija deberían desarrollarse y aplicarse tan pronto como sea posible, yendo más allá de lo indicado en la actual Directiva. Un baremo de puntuación de las FPD es también esencial, tanto en los sistemas extensivos como en los intensivos con el fin de abordar y tratar de resolver el grave problema de bienestar de todas las formas de dermatitis de contacto -Haslam y col., 2007-.

Producción de huevos (gallinas ponedoras)

Bajo este título esta revisión considera principalmente la supervivencia como una medida del bienestar de las aves. Según Holt –2011-, cualquier discusión sobre el bienestar requiere la inclusión de los datos de mortalidad para el sistema de alojamiento en particular. En primer lugar, la supervivencia de una manada es un buen indicador de la salud y el bienestar de las aves y una mala supervivencia sugiere problemas de salud. En segundo lugar, porque los animales en general, sufren durante el tiempo previo a la muerte, al estar experimentando una mala calidad de vida y un pobre estado de bienestar, por lo tanto, durante este período. Un aumento de la mortalidad se debe a múltiples causas, como son enfermedad, agresiones, asfixia y depredadores.

En vista de esto, los datos publicados sobre la mortalidad media durante el año de puesta se ha recogido y tabulado en las tablas 3 a 5, aunque algunas cifras están redondeadas y pueden requerir explicaciones, por lo que deben examinarse los documentos originales para una información más detallada. Las categorías de sistemas son las del informe LayWel -Blokhuis y col., 2007- como se detalla por Fiks-van Niekerk y Elson -2005-.

Tabla 3. Mortalidad (%) en estudios de todos los sistemas para ponedoras.

Autores

País

Nº de manadas

Batería convencional

Batería enriquecida

En el suelo

En aviario

Al aire libre

Elson y Croxall, 2006

UK, NL y DE

39

4

3

6

4

14 (*)

Sherwin y Col, 2010

UK

26

6

5

10

7

(*) Variando desde un 2 % hasta un 22 %

 

 

 

 

 

Importancia de la mortalidad

Los datos tabulados anteriormente no cuentan toda la historia, por supuesto, pero sí muestran que la mortalidad, que se registra en la mayoría de las granjas y es un valioso indicador de un bienestar insuficiente, es considerablemente mayor en los sistemas sin jaulas, especialmente las de aves al aire libre. Eso se demostró claramente en el estudio de Elson y Croxall –2006-, cuyos resultados se resumen en la tabla 3, en el cual se incluyó información de 39 manadas bien manejadas de gallinas con el pico cortado de diferentes genotipos marrones, alojadas de 3 países -Reino Unido, Alemania y Países Bajos-. Como se muestra en la figura 2, la más alta mortalidad media acumulada durante el año fue al aire libre y la más baja en las baterías enriquecidas, mientras que los valores de referencia indicados por las estirpes para la mayoría de los genotipos de ponedoras marrones varía entre el 4 y el 5%.

Las baterías enriquecidas se desarrollaron hace unos 20 años -Appleby y col., 2002- y cumplen con los requisitos de la Directiva de la UE 1999/74/CE. Ahora se han generalizado en toda Europa y su uso se está extendiendo a otros continentes. La experiencia con ellas ha confirmado una baja mortalidad, a menudo por debajo del 3%, generalmente combinada con una producción de huevos excelente y un buen plumaje de las aves -Elson y Tauson, 2012-. Sin embargo a las gallinas al aire libre no les ha ido tan bien pues en el estudio antes citado la mortalidad media en las nueve manadas analizadas varió entre el 2 % y 22 % -figura 3-.

Por otra parte, varios estudios a gran escala con gallinas camperas, en Dinamarca -Stokholm y col, 2010; Hegelund y col., 2006-, los Países Bajos -Bestman y Maurer, 2006-, Suecia -Berg, 2001- y el Reino Unido -Bright y Johnson, 2011; Drake y col, 2010; Whay y col, 2007- han revelado mucho mayor mortalidad que en aves en batería, observando además grandes diferencias entre manadas. Las causas se atribuyen a varios factores, incluyendo depredadores, sofocación a causa de pánico, el exterior, infestaciones por endoparásitos e infecciones transmitidas por aves silvestres. Cada uno de ellas está relacionada con el hecho de que las gallinas son libres de salir al exterior y mezclarse con animales silvestres en lugar de mantenerse en condiciones controladas seguras.

Tabla 4. Mortalidad (%) comparativa entre sistemas en el suelo y al aire libre.

Autores

País

Nº de manadas

En el suelo

Al aire libre

Ecológico

Hane y col., 2000

CH

96

5

11

Defra, 2009

UK

39

11,6

12,8

Drake y col., 2010

UK

4,0 a 32,8

13,6

Stokholm y col., 2010

DK

15

7

21 (*)

(*) Variando desde un 1,6 % hasta un 91%.

 

 

 

Hegelund y col. –2006- encontraron diferencias considerables entre la mortalidad registrada regularmente y los datos procedentes de restar el número de gallinas retiradas al finalizar la puesta de las instaladas en las naves al principio. Esta “mortalidad perdida” –como la llamaron- dedujeron que podría explicarse por el hecho de que en las aves camperas puede haber gallinas eliminadas por depredadores y carroñeros sin el conocimiento de los cuidantes. Por tanto, si la mortalidad se calculase por diferencia entre las gallinas entradas y las salidas al acabar la puesta tendríamos una mejor indicación del bienestar de las aves.

Tabla 5. Mortalidad en los estudios entre sistemas al aire libre.

Autores

País

Nº de

manadas

Mortalidad media, %

Mortalidad extremos, %

Berg 2001

SE

56

9

1-60

Bestman y Maurer, 2006

NL

100

11

0-21

Bestman y Maurer, 2006

CH

160

8

6,6-19,7

Bright y Johnson, 2011

UK

10

12

9-62

Hegelund y col., 2006

DK

18

22

9-62

Moberly y col., 2004

UK

18

22

6,6-19,7

Whay y col., 2007

UK

25

8

1,8-21,4

Jaulas frente al aire libre

Aunque el acceso al aire libre para las gallinas es percibido por algunos como el ofrecimiento de una mejor calidad de vida, los riesgos de una alta mortalidad indican efectos negativos significativos en el bienestar de las aves. Una recomendación de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria –2005– en cuanto al bienestar, indica que “deben hacerse esfuerzos para minimizar la mortalidad y la morbilidad, incluyendo el uso de puntos de referencia y otros incentivos a fin de reducir el riesgo de un bienestar insuficiente y utilizar sólo aquellos sistemas de los que se espera que no las aumenten”. Y es difícil ver cómo la explotación al aire libre, en su forma actual, puede cumplir consistentemente esta recomendación.

Poultry_welfarefig_2_opt.jpeg

Fig. 2. Mortalidad acumulada en diferentes sistemas de alojamiento (Elson y Croxall, 2006)

Al comentar los resultados de otro importante estudio del Reino Unido en el que se comparó el bienestar de las gallinas en cuatro sistemas de alojamiento diferentes, Nicol y col. –2009– concluyen que “aunque no se incluye un análisis detallado de todos los comportamientos de las aves, teniendo en cuenta los indicadores de bienestar físico y la respuesta a los estrés que se midió, las jaulas enriquecidas parecen ser el mejor de todos los sistemas”

Actualmente, alrededor del 50% de las ponedoras británicas se mantienen en régimen al aire libre y sus huevos se venden con una prima considerable en comparación con los producidos por gallinas en baterías enriquecidas. Durante 2013 hubo un considerable debate en el Reino Unido por el bienestar de las gallinas criadas en estos sistemas, indicando Nicol que hay tres principales problemas de bienestar, más probables de ocurrir entre aquellas que entre estas: mortalidad, picaje y fracturas óseas. Los investigadores de la Universidad de Bristol, combinando la medición de estos tres problemas y resumiendo la situación de las manadas medias de gallinas camperas, dicen que al final de la puesta un 10 % de las aves habrán muerto y, de los supervivientes, el 42 % tendrá tanto una fractura de huesos como un importante número de picotazos graves, quedando sólo ilesas el 12 % de las gallinas supervivientes.

Poultry_welfare_foto_3_opt.jpeg

Fig. 3. Mortalidad acumulada en 9 manadas de gallinas camperas en el Reino Unido (Elson y Croxall, 2006)

Una vez dicho esto, vemos que los resultados de las manadas al aire libre varían mucho de unos a otros, y algunos –pero probablemente una minoría- tienen buena supervivencia y buen plumaje.

Un posible camino

Las verandas, también llamados jardines de invierno en algunos países europeos y porches en Estados Unidos (*), han sido añadidas a algunas naves de gallinas en el suelo con el fin de aumentar la superficie exterior disponible y permitir a las gallinas acceso a la luz natural y el aire fresco. Sin embargo, los huevos producidos en este sistema actualmente no pueden ser comercializados como ecológicos o camperos dentro de la Unión Europea (**).

Bienestar de las aves en sistemas de producción intensivos y extensivos

Es difícil conseguir una buena bioseguridad y proteger el bienestar suficientemente cuando las aves se tienen en sistemas extensivos de alojamiento. Un enfoque posible para resguardar a las aves al aire libre de los animales predadores y evitar el contacto con otras aves y animales silvestres, así como reducir posibles infecciones e infestaciones sería el disponer de una superficie exterior totalmente protegida, al igual que la interior. Esto podría lograrse mediante un sistema de alojamiento como el Rondeel™ -figura 4-, que incorpora un aviario de varios niveles y luz UV natural -Van Niekerk y Reuvekamp, 2011– (**). Tal sistema puede ser adaptado para proporcionar un espacio al aire libre seguro bajo una nueva definición. Su adopción, en lugar del concepto de aire libre exterior, como se define actualmente, en la Directiva de la UE 1999/74/CE, dejaría solamente al sistema ecológico como el único totalmente extensivo con el mayor riesgo de un mal bienestar.

Conclusiones

Muchos pollos y pavos pueden sufrir de dermatitis de contacto durante gran parte de su corta vida. Aunque los factores causales, de los cuales la yacija húmeda es el más importante, se conocen bien, el problema persiste, especialmente en aves de crianza extensiva. Estos pollos deberían ser objeto de ser calificados por estas lesiones, así como los de crianza intensiva, debiéndose tomar unas medidas adicionales para reducir este grave problema de bienestar en todas las aves para carne.

Es difícil conseguir una buena bioseguridad y proteger el bienestar suficientemente cuando las aves se tienen en sistemas extensivos de alojamiento

En cuanto a las gallinas ponedoras, la supervivencia es generalmente mejor en manadas alojados en el interior, especialmente en baterías enriquecidas. El permitir a las gallinas un acceso exterior aumenta su libertad y su repertorio conductual pero va acompañado de unos mayores riesgos en torno a importantes aspectos de su bienestar. Si los sistemas al aire libre van a continuar utilizándose, deberían ser modificados con el fin de proporcionar una protección completa contra los peligros exteriores perjudiciales. Los sistemas cerrados seguros, permitiendo una mayor gama de actividades en el interior y una superficie exterior plenamente protegida, deberían ser investigados y desarrollados. •

Poultry_welfarefig_42_opt.jpeg

Fig. 4. Vista del área exterior del sistema Rondeel™, un aviario de varios pisos, con cortinas abiertas y el baño de polvo en la parte trasera (van Niekerk y Reuvekamp, 2011).

(*) En castellano solo hemos encontrado traducción para “veranda” en el Diccionario para uso del español, de María Moliner (ed. Gredos, 2008) como “galería que rodea una casa o patio”.

(**) En una aclaración personal posterior el autor nos ha concretado que aquí se refiere exclusivamente a gallinas en el suelo, con verandas, pero sin otra salida al exterior, es decir, productoras de huevos de clase nº 2.

(***) Este gallinero fue descrito por primera vez en España en el número de junio del 2010 de Selecciones Avícolas.

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