MARGARITA ARBOIX

Asesora de FEDEROVO

Marisa Montes

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Marga Arboix es doctora en Ciencias Biológicas por la UAB, catedrática de Farmacología y docente en la Facultad de Veterinaria de Barcelona.

Su actividad investigadora se ha centrado en enfermedades infecciosas y parasitarias. Ha formado parte del Comité Europeo de Medicamentos Veterinarios de la Agencia Europea de Medicamentos y del Panel de Aditivos para Alimentación Animal de la EFSA. En el año 2005 asumió la Dirección de los Servicios Territoriales de Salud de la Generalitat de Catalunya y en 2010 la

Dirección General de Recursos Agrícolas y Ganaderos del MAGRAMA.

Últimamente no se ven muchos ánimos en el sector…

Del 2007 al 2014 hemos podido observar una reducción del número de granjas -aproximadamente una bajada del 35%-, una reducción del consumo per cápita de unos dos-tres puntos. Todo esto acompañado de una importante caída del número de gallinas en producción en el 2012, fruto de la adecuación de las explotaciones a la normativa europea de bienestar animal, que posteriormente vuelve a recuperarse en el 2013 y que hemos visto descender nuevamente en el 2014, producto de la caída de ventas y sobre todo de los bajos precios que han alcanzado los huevos en el mercado español y en menor medida en Europa.

Entonces, ¿cómo ve la rentabilidad del sector?

Actualmente, en el mercado español estamos observando que los precios están por debajo de los costes reales de producción, o sea con una rentabilidad que podríamos clasificar de “nula”. Solo la bajada, en parte, de las materias primas, ha permitido que se produzca una reducción de los precios de los piensos, que está dando un poco de respiro a los productores. Si además añadimos, que después de las grandes inversiones realizadas para acondicionar las granjas a la directiva de bienestar animal, los ganaderos necesitan amortizarlas, hay que resaltar que esta situación está incidiendo negativamente en la obtención de unos márgenes suficientes para considerar rentables sus granjas. Paralelamente, estamos observando una situación muy complicada para mantener y si es posible incrementar las exportaciones. Por todo esto el cuadro que se vislumbra es una situación muy crítica del sector, que está poniendo a muchos granjeros en serias dificultades para mantenerse en el mercado.

¿Tienen futuro las explotaciones medianas, de entre 30.000 a 60.000 gallinas?

En general estamos observando un fuerte presión en las cadenas de distribución, que con sus grandes volúmenes de compra exigen serios ajustes en los precios, a los que los productores tienen dificultades para llegar debido a la gran competencia que existe en estos momentos en los mercados. Por tanto las explotaciones con pocas gallinas tienen más dificultades para insertarse en este mercado voraz de las grandes superficies de distribución. Tienen que optar a otros mercados de proximidad en los que es más difícil moverse y se ven afectados por continuos vaivenes de los mercados nacionales e internacionales.

Teniendo en cuenta esta situación, ¿cuáles diría que son los retos?

A mi entender, hay que continuar profundizando en la innovación de los sistemas de producción, introduciendo nuevas tecnologías que faciliten el manejo, el control de las enfermedades, la calidad de las dietas y la introducción de mejores técnicas disponibles -MTD- que garanticen la sostenibilidad medioambiental, elementos que pueden suponer una mejor rentabilidad de nuestras explotaciones. Hay que trabajar en la apertura de nuevos mercados, diversificando métodos y productos y apuntando con fuerza a la exportación a terceros países. Para ello hemos de invertir en nuevos productos que se ajusten a los mercados que se quieren alcanzar -huevo en polvo, congelado, clara y yema deshidratados, alimentos funcionales, nutracéuticos…- y paralelamente preparar actividades que nos permitan incorporarnos a las redes de venta en estos países -estudios de mercado, campañas de promoción específicas, participación en ferias etc-. Hay que continuar apostando por mejorar la imagen del huevo. No hay que olvidar que también debemos mejorar nuestras estructuras empresariales, adecuándolas a las nuevas características que dibujan los mercados, como así lo han hecho otros sectores ganaderos que están afrontando con éxito los retos que día a día les plantean los consumidores y sus propios mercados.

FEDEROVO nació cuando ya existía una asociación como ASEPRHU. ¿Qué necesidades o carencias motivaron su creación?

FEDEROVO nace como respuesta a unas formas de trabajar poco transparentes y poco participativas, que planteaban la necesidad de poner en marcha una transformación para modernizar la estructura de ASEPRHU, organización que estaba quedando obsoleta, que, sin ninguna duda, había cumplido muy bien unas funciones, pero a la que le había llegado la hora de autoevaluar su situación y abordar de forma abierta su reinvención. Asimismo, se plantearon divergencias en los programas de actuación que la asociación llevaba a cabo y que pusieron de relieve la incompatibilidad para seguir juntos. Evidentemente, hoy FEDEROVO y ASEPRHU son dos organizaciones que tienen como objetivo la defensa de los intereses de los productores de huevos y ovoproductos y por tanto tenemos muchos puntos y lugares donde podemos colaborar, y así lo estamos haciendo desde hace algún tiempo. Además existe un marco muy adecuado para el trabajo conjunto y este es INPROVO, interprofesional en la que FEDEROVO espera incorporase en breve.

¿Cómo se defienden los intereses de los asociados a FEDEROVO?

FEDEROVO está constituida por la libre asociación de empresas, ya sean personas físicas o jurídicas, que desarrollan actividades económicas relacionadas con la producción de huevos -incluyendo gallinas reproductoras, de recría y de puesta- o sus productos de transformación -ovoproductos-. Estas podrán pertenecer a FEDEROVO de forma indirecta, a través de la pertenencia a alguna de las asociaciones autonómicas o territoriales que se encuentren integradas en FEDEROVO, o de forma directa, en calidad de asociado individual, cuando en el territorio de procedencia no haya ninguna asociación sectorial. FEDEROVO pretende ser un instrumento válido para la representación, gestión, formación, información, defensa y fomento de los intereses profesionales de los asociados, potenciando el mejor equilibrio económico-social de la actividad común. Fomentando la ética profesional, persiguiendo el intrusismo, la competencia desleal y cualquier uso o práctica contraria a la ley que pueda perjudicar al sector. Asimismo, llevará a cabo actuaciones que permitan un mejor conocimiento, eficiencia y transparencia de los mercados del huevo y de sus derivados. Promoverá las actuaciones necesarias para mejorar la calidad de las producciones ganaderas y de ovoproductos. Facilitará la formación e información adecuada a los profesionales de las empresas, así como a los consumidores.

¿Toda clase de productores tienen cabida?

Tiene cabida cualquier productor que crea que FEDEROVO le puede ser útil para la defensa de sus intereses. Puede ser una empresa pequeña o grande, de avicultura en jaula o en suelo. Pueden integrarse en la asociación autonómica correspondiente y si esta no existe, directamente a FEDEROVO. Su representación en los organismos de dirección será proporcional a su producción. Y podrá participar directamente en cualquier grupo de trabajo técnico, en la asamblea general, etc.

Se han producido novedades legislativas…

Los nuevos reglamentos que actualmente están en discusión, en particular el de controles oficiales que sustituirá al Reglamento 882/2004, el de piensos medicamentosos que deroga la Directiva 90/167, y el nuevo reglamento de medicamentos veterinarios, tienen como objetivo garantizar un alto nivel de protección de la salud humana. En el caso de la primera revisión se pretende garantizar la aplicación adecuada de la normativa de la UE, modernizando y reforzando las herramientas de control y, en particular, los controles oficiales, simplificando el marco legislativo y haciendo que sea una normativa más fácil de usar y más eficaz. En el de los piensos medicamentosos, el objetivo de la revisión es armonizar los criterios de seguridad en la fabricación, la comercialización y el uso de los piensos medicamentosos. Y en el de los medicamentos veterinarios se pretende adecuar mejor la fabricación, autorización y mejorar el acceso a los medicamentos veterinarios en la Unión. Estos objetivos hoy estan en la filosofia de trabajo de los productores de huevos y ovoproductos de nuestro país y este sector está ya trabajando con unas prácticas de gran respeto a las normativas de seguridad alimentaria y a las de sostenibilidad medio ambiental. Por tanto, vemos con buenos ojos estas normativas, no obstante hay que ver como acaba su concreción, ya que hay algunos puntos en los borradores actuales que pueden implicar dificultades para los sectores ganaderos -por ejemplo el uso de premezclas con antimicrobianos, prescripción veterinaria, control de las zoonosis, etc-.

¿Cómo se deben afrontar las opiniones más adversas en cuanto al colesterol del huevo?

Sin ninguna duda, el sector debe hacer un esfuerzo por contrarrestar las ideas que hoy están presentes en el argumentario popular, relativas al contenido de colesterol en los huevos y los problemas que ello puede comportar para la salud del consumidor y que la investigación científica hoy ha situado en otro plano. Frente a esto, es necesario promover campañas informativas en las que los científicos, que hoy cuentan con muchos datos, con numerosos ensayos realizados, puedan explicar, primero a los profesionales -médicos, nutricionistas, maestros…- el valor nutricional de los huevos, poniendo en valor el uso de estos en nuestras dietas, y en segundo lugar preparando información rigurosa y científica, bien argumentada, para llegar de forma clara y amplia al consumidor. Por tanto entiendo que son los expertos los que deben explicar los aspectos positivos, así como la forma, frecuencia… de incorporar estos productos en las dietas. En esta línea, creo que el Instituto del Huevo puede jugar un papel esencial, ya que reúne a excelentes científicos que pueden aportar el conocimiento para trabajar en la mejora de la imagen actual de los ovoproductos. •