Este artículo es parte de la edición de abril, 2014

TRIGO PARA BROILERS

Hace ya muchos años, desde los inicios de la década de los 90, hemos sido testigos de que primero en el Reino Unido y posteriormente en otros países europeos –Bélgica, Holanda, Francia, etc.– se iba implantando la práctica de complementar el suministro de pienso a los broilers con el reparto simultáneo de trigo en grano.

Aunque a más de un nutrólogo esto, en principio, les llamaría la atención por cuanto, así por las buenas, no dejaría de desequilibrar la ración de los pollos, es decir, su ingesta diaria de aquellos nutrientes que requiere conforme su edad a fin de optimizar su crecimiento, la verdad es que la práctica ha funcionado y que hoy ya son muchos quienes la aplican, no solo en los citados países sino también aquí, entre las integradoras de nuestro país.

Si no nos falla la memoria, recordaremos que el promotor de la idea fue un prestigioso nutrólogo inglés, el Dr. David Filmer, entonces trabajando para una importante empresa de piensos del Reino Unido y luego estableciéndose por su cuenta. El “quid” de su propuesta original radicaba no tanto en el suministro adicional de trigo entero al pienso de los pollos sino en hacer esto en consonancia con el conocimiento exacto del ritmo de crecimiento de los mismos y todo ello mediante un programa de ordenador que optimizaba la alimentación a fin de reducir la incidencia de su coste en el coste final del kilo de carne.

Entre nosotros, en cambio, un hecho curioso es que nosotros casi no se haya hablado del tema, ni por parte de las integradoras, a las que posiblemente quizás no les interesa por cuanto significa un menor consumo de pienso, ni de los mismos criadores, generalmente remisos en escribir. Así, entre la bibliografía de divulgación en castellano, es posible que la única referencia que podamos aportar sobre el tema –al menos tratando en exclusiva de ello, no como una simple cita ocasional- sea el artículo traducido del francés que publicamos en el número de noviembre del 2006. Desde entonces, el silencio.

De ahí que, sin la pretensión de revisar técnicamente el tema, pues daría para mucho, nos ha parecido interesante exponer las opiniones vertidas en una revista colega nuestra francesa, “Réussir Avicole” por diferentes interlocutores. Como puede verse, las hay de todos los gustos …

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Para reducir sus costes de producción los productores de pollos para carne de la Europa del Norte realizan cada vez más la mezcla de trigo entero con un alimento complementario.

De ahí la pregunta:

¿Es Ud. favorable a la incorporación
de trigo entero en la granja?

. En Bélgica, el 80 % de los criadores de pollos llevan a cabo la incorporación de trigo entero en sus granjas. Esto favorece el desarrollo de la molleja, facilita la digestión, mejora la salud digestiva y los rendimientos y hace que los pollos estén más calmados. No hay problemas de triaje en los comederos. Los criadores están equipados de una mezcladora que distribuye el trigo junto con el pienso concentrado en forma granulada.

El cereal proviene o bien de sus propias explotaciones o bien es adquirido, generalmente en Bélgica o en Francia y el nivel de incorporación comienza siendo del 5 % hacia los 9 días de edad y va aumentando luego gradualmente, llegando hasta el 39 % al final de la crianza. Cuanto más larga es la duración de ésta mayor la desviación en el índice de conversión en el sentido de favorecer al sistema, en comparación de una alimentación solo con pienso.

En el conjunto de todos los lotes producidos por los criadores de Spoormans en el 2013, con pollos de un peso medio de 2.390 g a 40 días de edad, el índice de conversión fue de 1,637, con una mortalidad del 4,3 %. Nuestro proceder consiste en analizar la proteína y estimar la energía de las muestras de pienso que nos envían los criadores con el fin de adaptar el plan de suministro del mismo como complemento del pienso.

(Frans Vandorpe, del grupo belg Aveve-Spoormans-Biochem)

y NO. Las normas de manejo de nuestros clientes se basan en una trazabilidad total de la alimentación y un control de su calidad sanitaria –micotoxinas, salmonelas, etc.-. Con la incorporación de trigo en la granja, una parte de la alimentación del pollo se escapa de los controles de calidad. Esto representa, además, un problema de equidad en relación con los otros criadores ya que los contratos están basados en el suministro del 100 % del pienso de los pollos por la integradora.

Para evitar los costes de logística, de almacenamiento y secado –para algunas zonas-, así como de transformación en la fábrica, la incorporación de trigo en la granja puede significar el ganar en competitividad. Así, al igual que se hace con el cerdo y el suministro de maíz húmedo, esta práctica puede ser una prueba de perennidad para nuestro sector aunque hace falta ver la evolución de las mentalidades de los criadores

(Preden de Cacqueray, responsable de la producción de broilers de Guessant)

y NO. El ser cerealista y criador de pollos son dos asuntos diferentes. El interés económico para el agricultor depende de las cotizaciones de los cereales. Con los elevados niveles de precios que estamos viendo desde hace unos años nosotros tenemos pocos criadores que sigan esta práctica. En el contexto actual francés –con integraciones de pollos basadas en el suministro de unos piensos completos-, yo no estoy seguro del interés que pueda tener la incorporación de trigo entero en la granja.

Para realizarlo bien, se han de tener los equipos adaptados –comederos, sinfines, pesadoras, etc.– , dedicar un tiempo y hacer un buen análisis de los costes reales involucrados. El mezclar el trigo en grano con un alimento completo, no concentrados, se diluye el nivel de proteína, con el riesgo de empeorar la calidad de las canales de los pollos en el matadero –desvíos en el rendimiento-. Esta práctica exige un buen seguimiento de las cantidades de trigo incorporadas.

(Eric Baldo, director de Cap´Elevage)

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