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SUSCRIBIRSEEste artículo es parte de la edición de septiembre, 2013
Europa sigue recelando de los OMG
Información facilitada por ASFAC
A principios de agosto el Consejo de Estado francés anuló el decreto del gobierno que prohíbe el cultivo del maíz transgénico MON810, alegando que esta decisión sólo puede ser tomada por un Estado miembro de la Unión Europea cuando se trate de un caso de urgencia o de una situación probada de riesgo para la salud humana, la sanidad animal o el medio ambiente. Sin embargo, varios representantes del actual gobierno de Francia ya han declarado que se mantendrá la moratoria sobre la siembra de este OMG en los campos franceses.
Siguiendo con este tema, el gigante estadounidense Monsanto ha decidido recientemente retirar las solicitudes que había presentado para el cultivo de nuevas variedades transgénicas en la Unión Europea. No obstante, el mayor fabricante mundial de semillas modificadas genéticamente ha precisado que continuará pidiendo la renovación de la autorización concedida al maíz MON810, el único OMG sembrado actualmente a escala comercial en los campos europeos, principalmente en España -unas 116.000 hectáreas el año pasado- y Portugal. De hecho, países como Francia, Alemania, Grecia, Bulgaria, Hungría, Austria y Luxemburgo prohibieron hace tiempo el cultivo de este cereal transgénico y hace un mes Italia también se añadió a esta lista. Sin embargo, la mayoría de Estados miembros de la UE-28 importan cada año miles de toneladas de cereales y oleaginosas modificadas genéticamente, sobre todo desde el continente americano y destinadas tanto al consumo animal como el humano. Por cierto, el anuncio de Monsanto se produce un año y medio después de que Basf, empresa alemana que también apuesta por la biotecnología, decidiera renunciar al desarrollo y comercialización de organismos genéticamente modificados en Europa.
Por otra parte, el Ministerio de Agricultura de Ucrania ha revisado al alza su estimación de la cosecha total de cereales 2013. Ahora calcula 57 millones de toneladas, de los cuales más de 28 millones serían de maíz. A principios de agosto los agricultores ucranianos ya habían cosechado más de 20 millones de toneladas de trigo – en 6,5 millones de hectáreas sembradas con este cereal, por encima de los 5,6 millones del año pasado – y se estima que alrededor de 9 millones se destinen finalmente a la exportación. Además, 16 millones de toneladas de maíz y 2,5 millones de cebada también podrían llegar a venderse en el exterior, con lo que el potencial exportador del país del Mar Negro rozaría los 28 millones de toneladas. Estas cifras han sobrepasado todos los cálculos previos; solamente la consultora UkrAgroConsult se acercó a principios de año cuando pronosticó que la cosecha de trigo alcanzaría unos 21 millones de toneladas, la de maíz los 20 millones y la de cebada los 8 millones.
Ya en España, los últimos datos facilitados por la Consejería de Agricultura y Ganadería de Castilla León indican que la superficie sembrada de cereales de invierno para esta campaña es de 1.898.718 hectáreas, lo que supone 2.255 hectáreas más que el año pasado. Se prevé que la producción de cereales de invierno se sitúe en 7.163.105 toneladas, lo que supone un 47 % más que la del 2012 y un 23,7 % más que la media del período 2003-2012. Con estos datos Castilla León vuelve a convertirse en la principal Comunidad Autónoma española en producción de cereales de invierno con un 45 % del total español. En cuanto a los tipos de cultivos, la mayor superficie sembrada y también la mayor producción correspondería a la cebada -911.302 hectáreas y 3.402.950 toneladas, lo que supone un aumento del 52,4 % respecto al año anterior-; la segunda posición, aunque con muy poca diferencia, corresponde al trigo, cuya producción está prevista que se sitúe en los 3.320.931 de toneladas, lo que representa un aumento productivo de un 45,5% respecto a la cosecha anterior. Este cereal también ocupa el segundo lugar en superficie sembrada, con unas 819.741 hectáreas. Las producciones de los otros granos son menos significativas: 266.542 toneladas de centeno -un 43,4 % superior a la del año pasado- y 172.682 toneladas de avena.
Por su lado, Cataluña importó 240.758 toneladas de cereales durante el pasado mes de abril -la mitad que el volumen contabilizado en enero pero similar a la cantidad de marzo- y 259.170 toneladas de oleaginosas y plantas industriales, las cuales costaron alrededor de 61,53 y 120,5 millones de euros, respectivamente, según datos aún provisionales de la fuente oficial DataComex.